En este artículo vamos a hablar de cómo estimular a nuestros pequeños o ya no tan pequeños en el desarrollo de su propia autonomía y de la importancia que tiene dejarles hacer, investigar, probar.
Sin darnos cuenta, nuestros pequeños van creciendo y haciéndose cada vez más autónomos e independientes. Cuando los niños/as tienen alrededor de 18 meses, empiezan a querer hacer un montón de cosas por ellos/as mismos/as. Llegado este momento, es importante dejar que intenten hacer las cosas por sí mismos, para ello nuestro rol ha de basarse únicamente en estimular y fomentar su autonomía.
Nuestros niños/as necesitan protección y cuidado, pero no debemos confundir esta protección con la sobreprotección. Sobreprotegerles o hacer por ellos las cosas que ya saben hacer conducirá a que los niños/as se sientan inseguros/as e incapaces de realizar las cosas por ellos/as mismos/as, además, si lo hacemos todo por ellos/as, los niños/as se adaptarán a este hecho y se acostumbrarán a necesitar de la ayuda de un adulto para realizar todas sus tareas.
Al igual que el niño/a necesita de esa protección y cuidado también necesita de autonomía e independencia y nosotros las familias y profesores/as debemos dársela, debemos dejar que se ensucien cuando coman, que se caigan, que se mojen cuando se laven las manos, que se laven los dientes ellos solos, que se desvistan y se calcen… Debemos aprender a no intervenir en todas las situaciones difíciles que se les plantean a nuestros hijos/as, ya que los niños/as aprenden haciendo, y dejándoles hacer, es como fomentamos su desarrollo madurativo.
Además, debemos tener en cuenta que esas ansias de independencia y autonomía que tienen nuestros niños/as generan a veces algunas de sus rabietas y frustraciones. Pero si les dejamos hacer y logran poco a poco hacer las cosas por ellos mismos se sienten muy satisfechos, y perfectamente válidos para hacer aquello que se han propuesto.
CEI COLORETS fomentamos día tras día la adquisición de la autonomía de nuestros/as pequeños/as o ya no tan pequeños/as y por ello, os animamos a que en casa fomentéis también está la independencia y autonomía de vuestros hijos/as.
¿Qué hábitos debemos enseñarles?
Como norma general debemos enseñarles todo aquello que el niño/a pueda hacer solo/a. Como guía, pueden servir los siguientes hábitos:
- Higiene: todo lo relacionado a la higiene y autocuidado personal como, por ejemplo, control de esfínteres, lavarse las manos sólo, cepillarse los dientes, en el baño colaborar en el lavado del cuerpo y cabeza, peinarse.
- Vestido: todo lo que se refiere al uso de las prendas y su cuidado, ponerse distintas prendas como los pantalones, calcetines, ropa interior, abrigos, zapatos, iniciarse en el cierre de las cremalleras y abrocharse los botones…
- Comida, relacionado con la conducta alimentaria: comer solo, uso de los cubiertos, respetar las normas básicas de educación en la mesa, prepararse la merienda (meter el jamón o queso en el pan), abrir los envases de los alimentos (pajitas, envoltorios, tapa del yogurt…)
- Vida en sociedad y en el hogar son hábitos referentes a la relación con los demás, escuchar, pedir por favor, dar las gracias, respetar los turnos de juegos, evitar peligros (enchufes), ordenar sus pertenencias (juguetes y ropa).
¿Cómo les vamos a enseñar?
La mayoría de los niños funcionan muy bien con rutinas, luego lo ideal sería conseguir que los nuevos hábitos se conviertan en rutinarios.
- Vamos a decidir qué le vamos a exigir y vamos a ser constantes.
- Vamos a explicarle que tiene que hacer.
- Vamos a ponerlo en práctica recordándole los pasos a seguir (primero mójate la cabeza, luego coge el champú…) y ofreciendo cada vez menos ayuda.
- Vamos a supervisar y revisar lo que va haciendo.
¿Y si no quiere?
Si nuestro pequeño/a no quiere hacer las cosas por sí mismo valoraremos si no quiere porque no está a su alcance o por comodidad. Si no lo hace por comodidad hay que ir diciéndole que ya es mayor, que debe hacerlo por sí solo e ignorar las quejas.
¿Qué consecuencias tiene la autonomía?
- Seguridad en uno mismo.
- Capacidad de concentración.
- Motivación de logro.
- Satisfacción por el propio progreso.
- Razonamiento lógico.
- Desarrollo de la psicomotricidad.
- Autoestima y autoconcepto.
Y para terminar os recomendamos armaros de paciencia y dejar al lado las prisas, ofrecerles el tiempo que necesiten para aprender y dejarles cometer los errores, como ya hemos comentado son necesarios para el aprendizaje.
¡Un abrazo!
ESTER GIL ~ Educadora Infantil C.E.I. Colorets