¿Vamos a dormir?

El sueño de nuestros bebes, es un tema de preocupación para muchas familias.

Tenemos mucha información sobre el sueño infantil pero conseguir que el bebé duerma sólo, lo que debería y a la hora apropiada se convierte en un desafío para muchas familias. Por ello, me gustaría aconsejaros una pequeña rutina que nos puede servir para dormir a nuestros bebés y niños/as. Los bebés necesitan de la rutina y de la repetición organizada, para aprender. El aprendizaje de un bebé se basa en la repetición, si acostumbras a tu bebé a que duerma con un osito de peluche, o con un chupete… él estará adquiriendo un hábito. Debemos de tener claro que todo esto exigirá mucha paciencia.

El sueño es un proceso evolutivo, al igual que lo es el caminar, por lo que todo niño/a sano/a, aunque actualmente presente despertares frecuentes o algún problema a la hora de acostarse, va a dormir correctamente algún día.

Un error que cometemos a menudo es que queremos que los niños/as duerman como nosotros, como los mayores, pero olvidamos que para dormir como un mayor ¡hace falta serlo!

Tanto niños/as como adultos tenemos despertares nocturnos, la diferencia está en que nosotros ya dominamos la técnica de volver a dormirnos y nuestros pequeños/as no.

Los bebés no diferencian el día de la noche, por ello, aproximadamente hasta los cuatro meses duermen una media de 16 horas al día. A partir del cuarto mes es cuando necesitarán que les echemos una mano para conciliar el sueño. Es ahí cuando se debe emplear una rutina. Tenemos que tener claro que cada bebé se conforta de una forma diferente, algunos con canciones o cuentos, otros con un masaje, o con el calor y la mecedora de los brazos de la madre o padre.

Rutina del sueño nocturno del bebé

Antes de llevar al bebé a su cuna:

  1. Bañar al bebé siempre a la misma hora.
  2. Dar un pequeño masaje con la crema hidratante para que se relaje.
  3. Ponerle el pijama.
  4. Ofrecer el pecho o el biberón, o papilla o puré, dependiendo de la edad que tenga el bebé, intentando que no se duerma, para ello podemos hablarles, acariciarles la mejilla…
  5. Coger al bebe y cantarle una canción de cuna o nana en un ambiente cálido y tranquilo, es un buen momento también para empezar a contar cuentos. Este paso es importante, recuerda realizarlo sin prisas ni estrés ya que el bebé siente todo lo que nosotros sentimos.
  6. Cuando notes que el bebé está relajado, ponerlo en su cuna, arroparle y espera silenciosamente a que cierre los ojos y se duerma.
  7. Permítele, si así lo desea él, que lleve un juguete, un osito, o su manta favorita a la cama como objeto de apego.

Poco a poco, el bebé asociará todo este proceso con la hora de dormir. Es importante tener claro qué tipo de rutina será fácil de mantener a la hora de ayudar a dormir a tu bebé, y no dejarse vencer cuando algún día tarde más en conciliar el sueño.

Una vez ya se han dormido, ¿Porque se despiertan?

Los malos hábitos de sueño suelen ser la causa principal, a dormir también se aprende y es responsabilidad de las familias pautar unos hábitos de sueño correctos para el bebé con su respectiva rutina.

Pero podemos encontrar otras causas de la resistencia al sueño y de los despertares durante la noche:

  1. 1. Tomas frecuentes durante el día. A veces cada vez que el bebé llora le damos de comer, y con ello hacemos que el organismo se acostumbre a recibir pequeñas cantidades frecuentes de comida. Muchos de estos niños piden comer durante la noche sólo por acercarse al calor del pecho, a la seguridad materna y a ser cogidos en brazos.
  2. Amamantarle para dormir. Si el último recuerdo que tiene el bebé antes de ir a dormir es comer, cuando se despierte puede pensar que no puede volver a dormir sin ponerse al pecho o tomar el biberón.
  3. Entretenerle durante la noche. Si cada vez que se despiertan vamos a acunarle, pasearle, jugamos con el bebé este se hace dependiente de esta ayuda para volver a dormirse.
  4. Miedo de separación. Aparece entre los 6 meses y los 2 años. Se comprueba durante el día siempre que el niño pierde de vista a su madre o se queda con otra persona. Estos miedos se acentúan con frecuencia a la hora de ir a la cama y durante la noche.
  5. Excesivas siestas diurnas. Un bebé sólo puede dormir un cierto número de horas al día. Demasiado tiempo de sueño durante el día puede desvelarle por la noche.

Tenemos que tener en cuenta que conforme el niño se hace mayor es más difícil ayudarle a cambiar los hábitos, los mayores de un año se resisten con más fuerza a cualquier cambio, por ello es aconsejable que los niños adquieran pronto unos hábitos y duerman en su cuna.

Estos son unos pequeños consejos que espero que os sirvan a la hora de dormir a vuestros bebés, os invito a que comentéis vuestras rutinas, trucos… y así servir de más ayuda a todas las familias que lo necesiten.

ESTER GIL – Educadora Infantil C.E.I. Colorets

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